jueves, 17 de febrero de 2011

Eugenio de Andrade o la poética de la luz

Hoy he sido invitado a hablar de Eugenio de Andrade en la UMEX (Universidad de Mayores de Extremadura)por ello he considerado traer a este espacio algunos poemas de este autor cuyo nombre verdadero era José Fontinhas. Este poeta, nació en Póvoa de Atalaya, Beira Baixa, 19 de enero de 1923 y murió en Oporto, 13 de junio de 2005 a los 82 años. En esta ciudad tiene la sede la Fundación que lleva su nombre.

Se dio a conocer como escritor En 1942, con su libro de versos Adolescente, se dio a conocer. Algunos años después alcanzó notoriedad con Las manos y los Frutos, de 1948, considerado uno de los libros más importantes de la literatura portuguesa actual.

Su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas. Al castellano ha sido traducido, entre otros, por Ángel Campos Pámpano y José Ángel Cilleruelo.

Andrade está considerado por muchos como la voz más fértil y uno de los poetas
lusos, después de Pessoa más universales de las últimas décadas.



Pongo aquí varios de sus poemas:

Blanco en lo blanco/
Branco no branco


Haz una llave, aunque sea pequeña,
entra en la casa.
Consiente en la dulzura, ten piedad
de la materia de los sueños y de las aves.

Invoca el fuego, la claridad, la música
de los flancos.
No digas piedra, di ventana.
No seas como la sombra.

Di hombre, di niño, di estrella.
Repite las sílabas
donde la luz es feliz y se demora,

vuelve a decir: hombre, mujer, niño.
Donde la belleza es más nueva.




Un amigo es a veces el desierto/
Um amigo é às vezes o deserto


Un amigo es a veces el desierto,
otras el agua.
Despréndete del ínfimo rumor
de agosto; no siempre
un cuerpo es el lugar de la furtiva
luz desnuda, de cargados
limoneros de pájaros
y el verano en el pelo;
en el follaje oscuro del sueño
es donde brilla
la piel molaja,
la floración dificil de la lengua.
Lo cierto es la palabra.

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