domingo, 3 de julio de 2011

El último de esta serie. Escarceo medieval.

Cuando por las esquinas
asomaba la luna
me miraste con sonrisa.

Más tarde, de la mano corrimos
por las calles.

Me abrazabas
mientras los lunares del vestido
se besaban con los vuelos,
y el tiempo sonrojado
miraba alrededor.

Allí donde duelos de capas
y espadas tu cintura cabalgué.

1 comentario:

Mamen Alegre dijo...

"los lunares del vestido se besaban con los vuelos" Impresionante. Me encantó.