sábado, 30 de abril de 2011

Poema



Mayte Sánchez Sempere, en su blog nos deja otro poema, como este que sigue, donde la hiperrealidad se vuelve emoción con metáforas que provocan los sentimientos más esenciales.

El sol y la mano son protagonistas del metarrelato, de estos versos directos y notas paradójicas.

Tres estrofas deliciosas que coloco en esta palestra de nuestro blog para disfrutarlas.

Entraba un rayo
de sol
por la ventana
directo a la cabeza del soldado
y yo le hacía sombra con un dedo
para no ver
la señal del vacío.

El plástico rosado
casi transparentaba
y el sol revelaba lo falso de sus tripas:
el trazo del pincel, la huella de la mano,
la cicatriz del molde, olas
paralizadas.

Era un mudo soldado,
una garita muda,
el hueco rodeado
de un engaño,
una hucha vacía que sólo estuvo llena
de caramelos,
de sol y pestañas pegadas

jueves, 28 de abril de 2011

Y vienes

 .

Y me traes hojas,
pájaros ciegos
que en tus manos,
como en nidos se ocultan.
Y arena limpia,
como si hubiera ensayado
vientos en tus ojos.
Y me traes el placer ingenuo
de los niños y de las risas;
también algo que se escapa,
la tarde,
para explicarme como el cielo
hace el amor con las ventanas.
.
.
            MAG

miércoles, 27 de abril de 2011

"Camino del cementerio"

El camino que llevaba al cementerio estaba flanqueado por adormecidas encinas que, igual que guardianes siniestros del lugar, en la negrura de la noche y bajo la sola luz difusa y engañosa de la luna parecía que tomaban la forma de cualquiera de las criaturas tenebrosas que pudieran morar en lo más retorcido de nuestras pesadillas. De fondo y en un alto, el Camposanto, culminado con su cruz, que se alzaba por encima de todo él como una bandera tétrica que avisaba de que te ibas acercando al Reino de las Ánimas.
¡Ah! Las Ánimas… Dios sabe que yo hacía todo lo posible por no pensar en ellas, pero aquel propósito en semejante situación era como pretender bañarte en el mar por tus propios pies sin llegar a pisar la arena.Por otra parte ¿qué interés podría tener todo aquello si estuviera carente de misterio; sin ese aire macabro que rodea a todo lo relacionado con la muerte; sin la posibilidad de encontrarnos algún espíritu taciturno que nos recordase que esa era su casa, donde no debíamos molestarle?
Hay cierto componente retorcido en el ser humano que le empuja a sumergirse, de manera consciente, en empresas que sabe a ciencia cierta le van a paralizar la saliva en la garganta, y no obstante, ahí va, ciego del enemigo, buscando esa dosis de adrenalina que es necesaria para que la vida no se nos pase por delante como un silencioso e insípido riachuelo y si como una corriente de agua vital, benigna y arrolladora que nos remueve todos los sentidos y les da la vuelta.


lunes, 25 de abril de 2011

El mar, la pared, los parpados...



José Angel Cilleruelo es un maestro en formar palabras y describir situaciones. Una buena muestra de ello es Rue Mazarine, publicado en su blog :

Azul oscuro, intensamente oscuro. El mar cuando anochece. La pared. Donde no hay una puerta. La pared contigua, donde tampoco hay una ventana. El mar que se petrifica y queda lo azul de la noche. Los párpados cuando se aprietan para evitar que los ojos vean. Los párpados cuando anhelan que no regrese la luz a la cavidad que custodian. El mar, azul oscuro, nada más que una palabra que nombra el lugar que ocupa una pared, otra. Y ya no son necesarios los párpados. Su tinta tiñe. Su tinta cae, como persiana de comercio al final de la jornada.

sábado, 23 de abril de 2011

Día del libro.Poema




Nadie rebaje a lágrima o reproche
Esta declaración de la maestría
De Dios, que con magnífica ironía
Me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños
A unos ojos sin luz, que sólo pueden
Leer en las bibliotecas de los sueños
Los insensatos párrafos que ceden

Las albas a su afán. En vano el día
Les prodiga sus libros infinitos,
Arduos como los arduos manuscritos
Que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)
Muere un rey entre fuentes y jardines;
Yo fatigo sin rumbo los confines
De esa alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente
Y el Occidente, siglos, dinastías,
Símbolos, cosmos y cosmogonías
Brindan los muros, pero inútilmente.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca
Exploro con el báculo indeciso,
Yo, que me figuraba el Paraíso
Bajo la especie de una biblioteca.

Algo, que ciertamente no se nombra
Con la palabra azar, rige estas cosas;
Otro ya recibió en otras borrosas
Tardes los muchos libros y la sombra.

Al errar por las lentas galerías
Suelo sentir con vago horror sagrado
Que soy el otro, el muerto, que habrá dado
Los mismos pasos en los mismos días.

¿Cuál de los dos escribe este poema
De un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?

Groussac o Borges, miro este querido
Mundo que se deforma y que se apaga
En una pálida ceniza vaga
Que se parece al sueño y al olvido.

martes, 19 de abril de 2011

Bajo la piel del agua



Ayer estuve con Trinidad Ródenas, con Manuel Romero Higes y con Antonio Castro hablamos de poetas y poesías. Cuando llegué a casa retomé un libro de Trini, Bajo la piel del agua editado por Alcazaba y leí ese poema que le da título al poemario (ver página 56):

Y ahora que te miro ya sin mancha,
ahora que me alojan tus fértiles regazos,
ahora que te escondes bajo la urdimbre
de esta barca sin remos que nos lleva,
abre conmigo al aire, amor,
el alma que me sobra.
Que se arañe de brisas,
que cruce nuestro cielo con las últimas alas,
que perciba
la levedad del pájaro en tu orilla.

Abre conmigo al aire, amor,
el alma que me sobra.
Que me busque después
bajo la piel del agua


viernes, 15 de abril de 2011

El universo de la lealtad...Mininos de Pilar Fernández



El viernes pasado día 8 de abril Pilar Fernandez presentó en Paddy’s ,la conocida taberna irlandesa de la calle San Salvador de Merida, su libro de relatos ”Mininos”. Es una colección de dieciséis cuentos con prólogo del dramaturgo extremeño Miguel Murillo y un epílogo sorpresa. La presentación corrió a cargo del poeta y miembro del Plan de Animación a la Lectura de Extremadura, Daniel Casado.

Pilar Fernández es emeritense, licenciada en Filología por la Universidad de Valencia y locutora de la Emisora Municipal de Mérida, Radio Forvm. Y lo mejor de todo es que ella una gran persona, de esas que saben mirar de frente y dar la vida por ideales justos.




Pilar se la conoce más como poeta, con varios libros publicados,
entre ellos, “Retorno a la ciudad de los espejos” en la colección Alcazaba de la Diputación de Badajoz y “África azul perfume”, en “La Centena” de la Editora Regional, ambas de 1992. Su poemario “Tombuctú 52 Días” salió a la luz auspiciado por el Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Badajoz.

Con “Mininos” hace su primera incursión en el universo de la prosa.

Pilar sabe, como todos los que tenemos gatos en casa, que la fidelidad de los perros es algo muy distinto a la lealtad de los gatos. Para ella, esa lealtad es más sincera y caprichosa. Como suele suceder con todas las relaciones sentimentales que merecen la pena, el amor hacia los mininos es incondicional. Los gatos son para ella los mejores compañeros de viaje. Ellos le hacen descubrir los matices más secretos y entrañables de cada lugar.

En la primera parte del libro. Un puñado de historias en las que estos pequeños felinos mágicos, trotamundos, a menudo, sin papeles, nos descubren ciudades como Casablanca, Er-rachidia, Venecia, Estambul, Atenas, la isla de Ítaca, París o Sintra.

Ya en la segunda parte, Pilar muestra su universo más íntimo para
seguir la aventura entrañable de su convivencia con los
mininos
domésticos. De esta forma se pasa a conocer las personalidades de Sócrates,Sapho, Daphne, Orfeo, Sapho Dos, Amarguito o Baudelaire. Como se comprueba, cada uno de ellos tiene nombres de filósofos, poetas y musas, nombres que forman parte de ese universo íntimo de nuestra amiga.




En su poemario "Tombuctú 52 días" aparecen los gatos en un poema titulado: Gato rifeño:

Espera en la humedad
de los umbrales
ese felino sabio,
junto a la puerta azul del paraiso,
en el recodo
de una angosta callejuela.
Con la primera claridad del día
ha excuvhad los ruidos de la casa,
el roce de las telas, lo susurros,
sabe que la mujer
se ha levantadoya, prepara el té.
No ignora que muy pronto
saldrá al portal
y dejará a escondidas
un mendrugo de pan
mojado en leche fresca.


Próximamente la tendremos entre nosotros, en Badajoz presentando este libro tan particular.


miércoles, 13 de abril de 2011

Silencios encontrados

Quiero que disfuteis de este video de presentación de la Antología en la que participo: Silencios encontrados, creada y coordinada por Javier Martín Pedrós y Lupe García Araya en la colección Poesía en la distancia. Espero que os guste.


Cuando lo femenino habla. Un dialogo con Irene Sánchez Carrón.




El día uno de este mes de abril tuvimos la Tertulia de Página 72 habitual de todos los primeros viernes. Esta vez hemos tratado el monográfico de la primera parte con Irene Sánchez Carrón.

Qué decir de ella que ya no esté dicho, en cuanto a su bibliografía, sin embargo sí hay que decir bastante de su humanidad y cercanía. En el diálogo, que los tertulianos tuvimos con ella, la sencillez fue la protagonista de todo favoreciendo así la conversación distendiday por supuesto el respeto y libertad de expresión, como notas dominantes.

Maravilloso encuentro con nuestra amiga poeta, que nunca agradeceremos lo suficiente por este su querer estar con nosotros, animándonos en la andadura, todavía incipiente, de Página 72.
Para evitar extenderme sin necesidad quiero argumentar mi agradecimiento a Irene trayendo a esta palestra del blog algunas de las cuestiones que se abordaron.




De entrada, todos partíamos de la lectura de su obra “Ningún mensaje nuevo” un poemario donde Irene retomando la voz de María Zambrano (pg.9) en su cita inicial, sitúa su libro en el marco de la cotidianidad y del tiempo aceptado, como dice la filósofa-poeta.

Así,los tertulianos la abordamos preguntándole por el hilo conductor de esta obra. Ante esto Irene respondió que éste poemario era diferente a los anteriores, entre otras cosas porque el yo poético está situado en una mujer. Es la historia de una mujer, situada en diferentes lugares desde un bar hasta la biblioteca, donde la emoción, las sensaciones y los deseos, se ponen a flor de piel. Así,en este decir de lo femenino justifica las múltiples citas de poetisas la mayoría de ellas sudamericanas, voces como las de Ángela Figuera (pag,.14); Concha Méndez( pag.17) Juana de Ibarbourou>(pag.31), Ana Rossetti (pag.37); Ada Salas (pag58) ; Bebe >(pag 40).




Después de mucho conversar se le indicó que los poemas tenían facturas situacionales diferentes a lo que Irene respondió que efectivamente este poemario no se escribió de golpe, y responde a momentos diferentes de la cotidianidad. Lo interesante fue esa labor de “bolillos” de ir armonizando todo. Y la complejidad llegó cuando, una vez terminado el poemario, hubo de escoger un título que aglutinara todo. Se tomó del título de uno de los poemas de la sección central donde la realidad interior es arropada por esa otra visión de lo exterior. En este poema, que da título a la obra, el esquema argumenal se desenvuelve en esa metafísica propia del mensaje que hace que la emoción se vaya expresando en una entrecortada anáfora de un “comprobar los mensaje sin ver ningún mensaje nuevo”. Resumiendo, Irene comentó que esto de titular poemas o poemarios es algo laborioso ya que el titulo puede decirlo todo o no decir nada y es importante saberlo elegir.



En otro de los momentos de la reunión, un tertuliano subrayó la forma que tiene el poemario de hablar de ese tener “mariposas en el estómago”, del amor, que no es fácil de escribir, y que en su entender estaban maravillosamente. A este respecto basta mirar La declaración de amor o Amor de biblioteca >(pag.34-35) para comprobarlo. En el último de los poemas citados Irene, a través de términos técnicos, escribe sobre lo amatorio trazando los perfiles de la ilusión y la exageración como notas de unos sonidos paradójicos propios del amor quedando claro que es una poeta, una fingidora, como dice Pessoa:

Sólo sé hacer poemas,
llenarte los armarios de quimeras, de hipérboles,
alimentarte el alma de aliteraciones,
poner todo perdido de rimas asonantes
y transformar tu vida con multitud de hipérbatos
.”

Ningún mensaje nuevo, con sus treinta y cuatro poemas, es una de las obras más conseguidas de Irene. Basta dar un “paseo” por esas tres secciones, en las que se divide el poemario, para comprobar los sentimientos comunes.

Irene insistió en la tertulia que las situaciones de este poemario son recreaciones, ficción, aunque, por supuesto, algunas de ellas coinciden con la realidad. Este mirar "más allá" tiene que ir emocionando, ya que de eso se trata al comunicar, de mover al lector hacia otra realidad apenas perceptible. Irene aclara que muchos de los poemas están dedicados a personas concretas de su entorno y que, por motivos de estética, los ha colocado al final del libro. De esta forma evita dar una idea de poemas ubicados en parcelas acotadas. Se trata de dar una visión armónica, de conjunto.





A lo largo del diálogo se le preguntó su opinión sobre el verso rimado dado que esta obra está construida sobre el verso blanco. Nuestra poeta comentó, con ese sentido común que le caracteriza, que este trabajo suyo, como cualquiera de los anteriores,desarrollados en una estructura de versos libres no era indicativo de anclarse en una forma ya que, para ella, todas las formas y estilos son válidos. Tan interesante, dijo, es hacer un soneto como escribir un romance porque lo que importa, por encima de todo, ya sea rimado, en forma de soneto o de verso blanco, es que el poema se entienda, que proyecte una idea, que genere sensaciones y que, en definitiva, comunique y emocione. Hay que escribir sabiendo dónde se está.
Irene, con esa forma didáctica que tiene al comentar las cosas habló, también, de la inspiración, de ese enfrentarse ante el abismo del papel en blanco, y comentó que todo sirve como fuente de inspiración, las historias cotidianas, las preguntas de sus propios hijos, las canciones, todo sirve hasta los momentos más insospechados. Y por supuesto, remató la poeta, lo más importante es leer. Comentó que esto es lo que había hecho desde su infancia, allí, perdida en Navaconcejo (Cáceres, en el valle del Jerte, donde los libros eran rarezas propias de pocas personas, entre las que había que contar a su abuela. Este gusto por los libros lo expresa en este último poemario. Un poema de esa infancia, vivida y sentida, le sirve para describir las calles y la escena del parvulario donde empezó a mirar y a reconocer ese punto oculto de las cosas:

España limita al norte con el mar Cantábrico
y alguien te clava espigas
en el jersey de lana
”.

Para terminar, simplemente decir expresando el sentimiento del resto de compañeros/as tertulianos/as que nunca olvidaremos este encuentro . Un encuentro donde cada uno creció un poco más en humanidad al lado de esta mujer, de esta escritora de historias en clave poética, de esta descubridora de esperas, de “ahoras” gozosos, de “Carpem diem”, de esta contadora de lunas, de desencuentros y ausencias. Gracias Irene, mil gracias por acompañarnos. Nunca hemos apreciado tanto ese tener a alguien, como ella y, en esta ocasión, nos hubiera gustado acortar la distancia que hay de Badajoz a Cáceres.




Después, Irene siguió en la segunda parte y esta vez compartiendo el ejercicio de taller y critica literaria. En este encuentro era nuestra María Blázquez la que traía sus creaciones, poemas recién horneados dispuestos a ser “triturados” por el resto, aunque esta vez no hubo ocasión paa ello. Los poemas pertenecen a un poemario inédito titulado: "La ciudad no se esconde”. Después que María leyó los once poemas escritos en verso libre, comenzó la discusión de cada uno de ellos. Fuera de algunos comentarios críticos la mayoría coincidiamos en comprobar su crecimiento, su madurez en este arte de escribir. Por cirtar algunos retomo el titulado “Demodé” donde las secuencias se funden de forma extraordinaria. Así:

No quiero escribir poemas de amor
hoy me he dado cuenta;
hago lo imposible por evitarlo.

El murmullo de la calle
Y la lluvia sobre el asfalto
Ensordecen mis oídos.


Filosofía, Historia, Fe
o sobre el tránsito.
Todo me sirve para huir del corazón.

Tú,
Leve pájaro,
Levantas el vuelo
En desamor.


¿Acaso el amor está demodé?
Todo calla
por la falta de tu aria.


Quizás soy yo,
que he agotado mis reservas
después de haber escrito tanto.

Y lo único que escucho
son los gritos de mi sombra
que te llaman sin descanso.


Este intercalar secuencias donde la grafía forma parte del entramado formal es interesante. De esta manera, importa tener en cuenta las estrofas escritas en bastardillas para apreciar versos con un eco de lo lírico y de lo místico donde el “murmullo” inicia la procesión de los ruidos en “crecendo” y elestablece un diálogo espiritual en un “levantas el vuelo” que habla de las ausencias para terminar en un sentimiento profundo de lo amatorio en el que sólo se escuchan “los gritos de mi sombra”. Magnífica construcción que provoca emociones.

Entre otras cuestiones se resaltó de María su forma de crear palabras nuevas , como “Lluvinta”, de lluvia y tinta, para hablar de lo escrito en esos momentos en los que la lluvia invita al recogimiento y a permanecer en el rincón cálido de la casa para expresar sentimientos íntimos. En uno de sus poemas este intimismo se resalta en versos como los que siguen:

Te escribo desde el rincón
Donde solo te escribo a ti,
Sobre un folio verdiseco
Que recuerda tus ojos cuando llueve.”


De nuestra tertuliana se valoró el empleo de elementos “metaliterarios” como los de esta estrofa:

Escribir
en una falsa alborada
es robarle versos a la noche.


Enhorabuena María por tu disponibilidad a pesar de los contratiempos laborales y por tu humildad en este compartir tus creaciones. Y doblemente enhorabuena por tu pronto enlace matrimonial. En nombre de todos te deseamos a ti, y tu marido, lo mejor. Felicidades.

lunes, 11 de abril de 2011

"Caballitos del diablo"

Era todo un espectáculo circular por el pueblo en ese momento del día. La luz vespertina matizaba el amarillo picante matinal y le otorgaba a las apacibles callejuelas un tono azafranado -dulzón, pero bochornoso-, mientras la atmósfera era invadida por libélulas rojas con las alitas transparentes que podían salir de cualquier rincón, como si ellas también hubiesen sido liberadas de su encierro y se dirigiesen todas, en tropel, a conquistar el aire. Se posaban en el manillar de la bicicleta y se acercaban, sedientas, al brocal de los pozos y a los cubos repletos de agua que había en los huertos, buscando el fluido bienhechor que las aliviase, pero algunas se acercaban tanto que caían en él, y, al pegarse sus alas, morían ahogadas por aquel mismo que había de salvarlas.
Allí las llamaban caballitos del diablo

domingo, 3 de abril de 2011

La disección de un relato. Diálogo con José Enrique Campillo.




En la tertulia del día 11 de marzo nos encontramos ante un escritor, José Enrique Campillo, forjado en el esfuerzo y la paciencia, por no decir también en la humildad y en el saber hacer, fruto de un estar siempre dispuesto a aprender a pesar de haber cosechados éxitos con títulos de divulgación científica, como El Mono obeso (Crítica 2004), su ensayo más conocido; La cadera de Eva (Crítica 2006) y Comer sano para vivir más y mejor (Destino 2010). José Enrique sigue escribiendo con ese talante esforzado y metódico que le ha llevándole a ganar el XXIV Premio de Narraciones Breves Antonio Machado (2000) con el relato El apeadero y ser finalista, tres años más tarde, en el XVII premio “Max Aub” con el cuento El tío Vito.

Como médico y científico no ha ahorrado tiempo para dedicárselo a su afición por la historia de la medicina combinada con literatura, buen exponente de ello son sus obras Francisco Hernández el descubrimiento científico de El Nuevo Mundo y más tarde con una novela, deliciosa e intrigante, como esa de El elixir del fin del mundo que recomiendo vivamente.

Esta tertulia del día 11 fue de esas donde el escritor-tertuliano, bajándose de cualquier ficticia aureola de éxitos cosechados, deja que su escrito lo diseccionen, con cierto pudor y respeto, sus contertulianos. En este día se trataba de mirar en la palestra de autor un cuento: Jirones de vida donde Campillo habla de Sebastian un viejo republicano que en los últimos momentos de su vida recuerda otros tiempos mejores, aquellos de postguerras cuando el amor le ayudaba a seguir mientras vivía huido en el monte. Una narración donde el deseo de vivir y los ideales se mezclan con la apatía estoica de dejarse llevar por las circunstancias.

Siguiendo el esquema previsto alguien le hizo notar los fallos de forma que la narración tenía. José anotaba las indicaciones con la prontitud del buen discípulo. Los tertulianos se convertían en lectores exigentes mostrando sus anotaciones literarias al autor.

Cuando se le preguntó por la pretensión de hacer algo sobre la memoria histórica, Jose Enrique indica que no es esa la principal intención de su narración sino otra más sencilla: la de contar historias de personajes que le van apareciendo. Se siente “medium” de seres que vivieron y no quieren desaparecer.
No evita el relato la posibilidad de hablar del carácter de los extremeños este Sebastian del cuento tiene las características del hombre cacereño que el autor conoce bien, su trazo es parecido al de los vecinos de Las viñas de las Matas, pueblo natal de Campillo cerca de Arroyo de la Luz.

Dentro de los valores que se apuntan en el cuento es el del dialogo ante la vida siendo por contraste la realidad de la muerte la que tiene una presencia vicaria en este cuento. Es por eso que muchas de las sugerencias se centraron en el final de la narración sobre todo en ese tender al vacío e incluso a una reflexión encontrada del nihilismo, del sinsentido vital. En este final la tragedia, en su sentido más amplio, toma cuerpo con el suicidio. Ante esto alguien le comenta sobre cómo acabar de otra forma menos rotunda y absoluta e incluso menos previsible. Todos concertamos en decir que el final era muy bueno a pesar que quedaban algunas cuestiones por engranar.

El dialogo fue sereno y enriquecedor lleno de advertencias y aclaraciones sobre como sugerir y no decirlo todo. El lector tiene que imaginar. Quedó claro que a veces es más importante indicar qué pasa que a quién le pasa. Y lo que se subrayó, entre indicaciones de forma y de contenido, es que las emociones tienen que resaltarse más con el objeto de hacer que los lectores se identifiquen con los personajes.

En definitiva, todas las sugerencias sesudas e inteligentes que se le hcieron al escritor Campillo éste no las desdeñó en ningún momento. Por ello, la historia de Sebastian terminará por ser la historia que José Enrique Campillo quiere contar además de ser la historia de todos, con tonalidades universales de lo vital- necesario. Pronto o nunca veremos esta narración de Jirones de vida pero lo que sí hemos comprobado, una vez más, que escribir requiere la paciencia y el sufrimiento del tejedor de alfombras que solo ve los nudos dejando la belleza para los otros.

Sea como sea la discusión de este texto hizo que todos creciéramos un poco más junto a la afabilidad de José Enrique Campillo y su sencillez para acoger las indicaciones con la característica socrática de la docta ignorancia. Una vez más disfrutamos en el estar juntos los primeros viernes de cada mes.



viernes, 1 de abril de 2011

Mosca en la ventana (porque hoy es viernes)

Cerremos las puertas
escondamos las manos
ocultemos la mirada
huyamos

Seremos como moscas
contra el cristal
empeñados en la luz
de afuera
despreciando el calor
de nuestros refugios

La mañana se tiñe de silencios
amanece y regreso
a este zoológico en que habitamos
ciegos y claustrofóbicos

Sedúceme si puedes
libérame si quieres
escóndeme si es preciso

Pero no me dejes mosca
muerta en la ventana