lunes, 23 de enero de 2012

Venenos y remedios


Me gustaría compartir este poema de Vicente Gallego

Midiendo
con goteros
lo que aún me quedaba
de la sangre tenaz de la alegría,
se me pasó la noche.

Mientras la roja fiebre
trazaba su derrota
de pesados aceites y derivas,
yo me di a la congoja del que espera
ver su barco encallar.

Pasó la noche en pos de un rumbo oscuro,
y en la misma agonía,
en la intemperie alzada como un último techo,
fue buscándome el alba al fin la herida
para ofrecerme fiel su blanca venda
toda limpia de luz samaritana.


Vicente Gallego es un Poeta y narrador español nacido en Valencia en 1963.
Dejó los estudios de letras para emprender trabajos tales como portero y bailarín en una discoteca, podador de pinos,
repartidor de paquetes y pesador del vertedero de residuos tóxicos urbanos de Dos Aguas. Sus múltiples trabajos,
han sido más que formas de subsistencia, aventuras más intensas que le han brindado la posibilidad de vivir la soledad
del campo, para intensificar su vocación poética y escudriñar en la lectura de autores como Juan Ramón Jiménez,
Luis Cernuda y Blas de Otero, entre otros.
Obtuvo el premio Rey Juan Carlos I 1987 por «La luz, de otra manera», el Premio a la Creación Joven de la Fundación
Loewe en 1990
por «Los ojos del extraño», el Premio Internacional de poesía Ciudad de Melilla 1995 por «La plata
de los días» y el Premio Fundación Loewe 2001 por «Santa deriva».
Es autor además de «El sueño verdadero» Madrid 2003.
Poemas suyos han sido traducidos al italiano, francés, portugués, húngaro y búlgaro.



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